Texto Juan Manuel Ijurko
Data: 17 de junio de 2017
Celebración Iglesia San Juan Bautista, Porongo Recepción Club House Colinas del Urubó 2
Para entrar na vida de casado com o pé direito, Anabel e Eduardo escolheram um casamento no campo com uma decoração leve e colorida. Vem ver!
Hay amigos que poseen una magia especial para consolidar parejas. Algo así sucedió cuando presentaron a Anabel Lanfranco (Perú) y Eduardo Rabello (Brasil) en una fiesta privada. A partir de ahí, la delicadeza de Eduardo y la capacidad de sorprender cada día con pequeños detalles fue conquistando el corazón de Anabel. Durante un crucero por El Caribe, el novio buscó la oportunidad para apartarse a una pequeña playa aislada en la isla de Cococay y, ante el asombro de la novia, ofrecerle el pequeño cofre con la alianza de compromiso.
La organización de la boda quedó en manos de la experiencia de Ximena Ximénez y su equipo de trabajo. Los novios soñaron con una fiesta acogedora que integrase a las dos familias, provenientes de Perú y de Brasil, en una fiesta que aúne los sabores y los aromas de ambos países, además de ofrecer lo mejor de la tierra boliviana.
La decoración campestre propuesta por Quito Velasco alegró el área social de Colinas del Urubó 2 para la recepción social que acogió a familiares y amigos en una fiesta que se desarrolló a lo largo del día.
HIGHLIGHTS
- La celebración civil convocó, en un acto íntimo, a las familias de los novios. La cena se realizó en la casa de la madre de la novia y predominaron los tonos verdes naturales en referencia a la riqueza floral cruceña. La cultura tradicional de Santa Cruz se reflejó en el menú de platos típicos ofrecido por Los Tajibos. Para concluir la fiesta, los invitados pudieron participar de los bailes originarios de la región amenizado por un grupo de danza tradicional
- La invitación diseñada por la novia fue elaborada por la imprenta Rosa Betania. Se mantuvo el estilo general de la fiesta con tela de yute y una cuerda de lazo que sujetaba una ramita de trigo. El sentido rústico y natural ofrecía un conjunto armónico. El toque distintivo lo aportaba una frase conmemorativa para recordatorio de los invitados: “El corazón necesita un segundo corazón. La alegría compartida es doble alegría”
- El club House de Colinas del Urubó 2 se transformó en un ambiente campestre donde predominaba la decoración a base de madera natural adornada con flores de diversos colores y ramos de trigo y sorgo. El ambiente ofrecía un espacio muy desinhibido ideal para el disfrute y encuentro de los invitados. Se complementó el espacio con unos lounge en color crema con mesas bajas de tipo madera con arreglos florales de colores intensos
DESTAQUES
♥ ¡Stop Thinking, start drinking! Era la leyenda que aparecía en los vasos cerveceros que todos los invitados recibieron al ingreso de la recepción. Además, los novios ofrecieron unas bolsitas con semillas de girasol y unas llaves estilo vintage con abridor de cerveza como recuerdo a los asistentes
♥El pequeño templo de San Juan Bautista de Porongo: se caracteriza por su sencillez y su cálida ambientación ornamental. Para la celebración religiosa, grandes jardineras altas rebosantes de Santa Rita acompañaban el ingreso de los novios. A la salida, cada invitado recibió una bolsita de yute con los tradicionales cuñapés de la región
♥ ¡Estilo propio! Para atender a los invitados, la fiesta proponía diversos espacios para servirse las tablas de jamón y queso, los dulces y los tragos. Estos bares improvisados fueron diseñados por el novio a base de pallets y madera rústica manteniendo el estilo general de la fiesta y aportando el sentido de identidad de los novios
♥ CONSEJO DE LA NOVIA
“Recuerden que todos los invitados están ahí por ustedes; a ellos no les importa que pase, solo verlos a ustedes felices es suficiente. Disfruten al máximo todo que pasa volando ese día” ♥